Otra de las grandes sorpresas en estas elecciones 2014 en Lima, fue el PPC. Y a pesar que viene produciéndose una crisis en sus filas y ventilan líos públicamente sus mismos partidarios, sería importante dar otro punto de vista. 

Los datos fríos nos dan cuenta que en las elecciones del 2010, obtuvieron un 37.555%, logrando colocar 13 regidores – y luego 17, después de la revocatoria-, ahora en estas elecciones 2014, tan sólo con obtuvieron un 2,6%, y sólo tendrán 1 regidor. Y de 15 alcaldías distritales obtenidas en el 2010 han pasado a tener 8 alcaldías distritales. 

Si bien es cierto, los datos nos muestran que han retrocedido significativamente, también ello es parte del juego democrático: a veces se gana y otras se pierde; y cuando pasa esto último debe significar un re-planteo y oportunidad no para sacarse los trapitos entre ellos, sino para proponer nuevas estrategias y valorar su permanencia y presencia no sólo electoral, sino su presencia partidaria.

Es importante que el PPC como partido político que representa a la derecha, pueda trasladar su experiencia municipal y dar muestra de realizar una buena gestión en los distritos que han ganado en Lima, y además pueda seguir insistiendo en su fortalecimiento institucional. Ya que a pesar de la crisis de la mayoría de los partidos, este partido aún está “vivito y postulando”.

Algunas muestras de la institucionalidad del PPC:

Uno, fue el único partido que apostó en serio por promover las elecciones primarias en su partido. Ello moviliza a los partidarios y ejercitan la competencia democrática entre sus partidarios (más allá de las anécdotas y disputas públicas y del resultado final); pero hacerlo ello en un contexto de crisis partidaria generalizada, es apuesta institucional.

Dos, en pleno proceso revocatorio, fueron quienes de forma institucional, apostaron por mantener la gobernabilidad (incluye ello, los costos políticos), pero se la jugaron y salieron más fortalecidos como partido, tanto a nivel de resultados como movilización partidaria.

Tres, es uno de los partidos políticos que viene promoviendo de forma institucional a nuevos cuadro y líderes políticos, tanto a nivel municipal como a nivel congresal y más allá de las discrepancias propias de sus posiciones políticas, responden a mantener una postura institucional.

Por ello quienes apostamos por el fortalecimiento de la democracia y vemos cómo se vienen desmoronando la institucionalidad y se acrecienta la anti política, no sólo de los ciudadanos sino de los mismos “políticos”, se debe defender la presencia de los partidos políticos, y la apuesta del PPC debe ser esa, ya que otra derecha es posible y la izquierda la necesita.