En un post anterior sobre el desarrollo de capacidades en la gestión pública, señalaba tres ideas centrales: i) el desarrollo de capacidades en la gestión pública debe ser visto desde un punto de vista más amplio y no sólo enfocarse en las capacitaciones; ii) el desarrollo de capacidades para que tenga asidero debe ir acompañado por otras estrategias propias de la gestión, sino no se produce los efectos esperados y; iii) el desarrollo de capacidades no debe perder de perspectiva y debe circunscribirse en el ámbito de la gestión pública y de la mejora del servicio público.

Por ello las estrategias más usuales para el desarrollo de capacidades en la gestión pública que se vienen ejecutando son: las capacitaciones, la asistencia técnica y los intercambios o pasantías. Estas tres estrategias vienen buscando fortalecer capacidades en las personas y en la organización, y tiene el reto de mostrar evidencias que éstas producen mejoras de los servicios públicos que se brinda a los ciudadanos.

Sin embargo, es importante señalar que no se tiene mucha data sobre los resultados que se alcanzan a partir de la implementación de estas estrategias, debido a que no hay una práctica de sistematizar las diversas prácticas donde se puedan evidenciar limitaciones o logros en el fortalecimiento de capacidades y por ende en la mejora de la gestión.

En ese sentido, un elemento clave viene a ser la gestión del conocimiento, tal como se señala en la política de modernización dela gestión pública :“La gestión del conocimiento es una disciplina emergente que tiene como objetivo generar, compartir y utilizar el conocimiento tácito (know-how) y explícito (formal) existente en un determinado colectivo u organización, para dar respuestas a las necesidades de los individuos y de las comunidades en su desarrollo. El objetivo es administrar conocimiento y los aprendizajes organizacionales para mejorar el funcionamiento de las entidades, tomando en cuenta buenas prácticas propias o de terceros para retroalimentar el diseño e implementación de sus estrategias de acción y asegurar así resultados positivos y relevantes.”

La gestión del conocimiento debe ser añadido como una estrategia en el desarrollo de capacidades, ya que desafía tanto a las personas como a la institución manejar información para la toma de decisiones y, ello implica movilizar una variedad de capacidades para la gestión pública tales como la planificación, la organización, la sistematización, la discusión, la difusión, la evaluación, la retroalimentación, entre otras.

Finalmente añadir que si se logra consolidar esta práctica y se institucionaliza la gestión del conocimiento, podemos dar pasos firmes en la dirección correcta en la continuidad de las políticas e incentivar en la generación de evidencias en los asuntos públicos.

Fuente:

http://romanaller.blogspot.pe/2015/09/y-la-gestion-del-conocimiento.html