Muchos de los sistemas educativos exitosos en el mundo han sido resultado de un proceso sostenido de sus políticas educativas, mostrando mejoras significativas en los aprendizajes de sus estudiantes. Y esto se refleja no sólo sus avances de los resultados en las pruebas estandarizadas nacionales e internacionales, sino también en que las trayectorias educativas de sus estudiantes impacten en sus vidas y por ende contribuyan al desarrollo de sus respectivos países. 

Por eso es importante que en el Perú se apueste por contar con políticas educativas de largo plazo que oriente y de una ruta clara por dónde transitar y que trasciendan los distintos gobiernos convirtiéndose en el marco de referencia para la formulación de políticas de mediano y corto plazo; además las políticas educativas que son sostenidas en el tiempo, contribuyen al fortalecimiento institucional. 

Además teniendo claridad de la educación que se quiere para los estudiantes del país, se propician acuerdos tanto políticos, sociales y económicos para hacer posible las reformas educativas necesarias. Ello implicaría generar no sólo marcos normativos vinculantes, sino también fomentar la participación de actores que la sostengan, le den legitimidad y sobre todo dinamicidad a estos procesos. Ello evitaría que primen propuestas coyunturales o sean de manera discrecionales por parte de las autoridades de turno. 

También una ruta de largo aliento, propicia la intervención de otros actores tanto públicos como privados para realizar un trabajo cooperativo y de colaboración para alcanzar el camino trazado. Ello exigiría que los diversos actores que lideran estas apuestas cuenten con capacidades para dicho reto. Es decir, se ejerce la corresponsabilidad entre los tres niveles de gobierno y se construye pactos sociales en base a la confianza para que cada quien asuma sus respectivas funciones y responsabilidades.

Esa son las apuestas y el carácter de las políticas educativas de largo, atender y dar respuestas sostenidas a las exigencias de los estudiantes del país en el presente siglo y, en esa línea es que el Proyecto Educativo Nacional debe contribuir a nuevos acuerdos y cambios integrales en la educación del país.